Experiencias

Siempre me ha gustado escribir. Desde que recuerdo he tenido un boli y un papel en mis manos. Tengo diarios de cuando aprendí a escribir, y desde ahí, cuentos, historias, pensamiento…sin embargo, ahora es más difícil, ahora estoy un poco en blanco.

Cuando se trata de abrir tu corazón cuesta y cuando tienes cosas que contar, aún cuesta más.

Tengo 36 años y una preciosa niña de 21 meses. He dedicado mis últimos 11 años de vida a una persona que hoy se que no se lo merecía. Era joven y siento que he perdido todos esos años, se los he regalado, pero hoy estoy feliz porque soy valiente, MUY VALIENTE.

He perdido 11 años pero he ganado una vida, MI VIDA, y por supuesto, he ganado lo que más quiero, el premio gordo, mi XXX, mi tesoro mas preciado.

Por desconocimiento, por malas referencias o por…no sé porque, siempre creí que el maltrato estaba relacionado con la falta de cultura, con las personas que no habían tenido acceso a la educación o con personas económicamente más humildes, que idiota.

En mi caso, yo tenía más nivel cultural que él y venía de una familia con más poder adquisitivo. Y pudo conmigo. Me anuló, me insultó, me despreció, logró que hablara con sus palabras, que riera con su boca y que pensara con su cerebro. Yo trabajaba en dos sitios y él en ninguno...”yo tengo bastante con lo que ella gana y el paro, no necesito trabajar, tengo para dar y repartir”…palabras textuales…y aún así me decía que no valía para nada.

Recuerdo ir para el trabajo y en la radio del coche oír anuncios de 016 hablando de cómo se sienten las mujeres maltratadas y pensar…¿porqué me siento identificada con ellas?... no me estaba dando cuenta…

Con fobia también recuerdo el momento de salir del trabajo después de 14 horas y pensar ¿Cómo me lo encontraré hoy?, ¿Cómo tendrá hoy el día? Deseaba llegar a casa para abrazar a mi hija pero rezaba porque “hoy tuviera un buen día”

Cuando llevan toda la vida diciéndote “yo soy mejor que tú” acabas creyéndotelo. He sido su esclava, su banco, su gestora, su electricista-mecánica, la madre de su hija, pero no he sentido que él fuera mi compañero ni amigo.

Precisamente ayer recordaba con mi madre que desde hace años, cuando le daba la mano la estiraba como si no quisiera cogerla y siempre le decía “!Hijo qué pocas ganas!...aún tenía yo ganas de cogerle la mano a él…

Este año, el día XXX, mi vida cambió (PARA BIEN). Él mismo echó tierra encima, mordió la mano que le daba de comer, se hundió y doy gracias a Dios por hacerlo posible.

Cuando durante estas horribles Navidades la gente me preguntaba que le había pedido a los Reyes Magos, lo único que decía era PAZ, lo dije tantas veces que llegue a creerme que me la traerían, y justamente así fue. Aunque el día XXX fue de los peores de mi vida, junto con todos los que vinieron detrás, a partir de ese día, empecé a respirar, empecé a vivir de nuevo, empecé a ser yo, empecé a ser feliz y empecé a tener PAZ.

Gracia en parte a este grupo y en parte a mi familia que siempre me ha apoyado, hoy lo reconozco.

Todas tenemos nuestros problemas y nuestras dificultades, todas debemos aprender a querernos y valorarnos, todas nos merecemos ser felices porque todas somos ÚNICAS Y MARAVILLOSAS. Este ha sido un buen comienzo, sigamos en este camino, aprovechemos lo aprendido y llevémoslo a la práctica.

XXX, muchas gracias. Gracias a XXX, a XXX, a XXX, a XXX, a XXX y a XXX. Gracias por compartir vuestras experiencias y por escuchar las mías, gracias por vuestros consejos y gracias por escuchar los míos. Os deseo a todas lo que le pedí a los Reyes este año, PAZ y deseo de todo corazón que sigamos en contacto. ¿Que os parece si quedamos todos los primeros miércoles de cada mes para tomar café?

10/06/2015

(Editado por Patricia García Roldán - envío original miércoles, 9 de septiembre de 2015, 15:04)