Experiencias

En principio, cuando me llamarón para entrar en el GRUSE, estaba un poco reacia, no confiaba mucho, pero finalmente accedí para formar parte del grupo.
Desde la primera sesión me gusto la forma en que se desarrollo. Aunque me resulto un poco difícil integrarme con el resto del grupo, ya que eran personas que solo conocía de vista. Sin embargo, Ana, la monitora del grupo, me encanto, ya que con su amplia sonrisa nos transmitía a todas mucha confianza y positividad
Desde el primer momento yo empecé a notar que aquello me gustaba. Ana fue enseñándonos una serie de técnicas para utilizar en nuestra vida cotidiana a través de la música, juegos, reflexiones,,, etc. Y así de una forma fácil y bonita hizo que este día de la semana fuera para mi uno de los preferidos, ya que las horas se me hacían muy cortar y de allí se salía con una paz interior inexplicable, y lo que es más importante, con un montón de ideas para resolver las dificultades de la vida diaria.
Poco a poco cada una de nosotras fue soltando sus problemas, y me di cuenta de la importancia que tiene escuchar a la persona que tienes delante, y así fue como a través de los días fui tomando cariño a esas personas que en la primera sesión solo eran desconocidas. Me iba dando cuenta de la alegría que producía en mi sus sonrisas y anécdotas, y también cuando expresaban su sufrimiento por alguna experiencia mala de la vida me dejaba un sabor amargo. Era algo paradójico
Ana nos ha enseñado a subir nuestra Autoestima, a querernos mas a nosotras mismas, pero a la vez, nosotras hemos aprendido a preocuparnos por las personas que tenemos alrededor.
Ana nos ha enseñado un sinfín de estrategias para desenvolvernos mejor en la vida…. A tomar decisiones, perder miedos, aceptar a los demás, no poner etiquetas, fijarnos unas metas….
Quiero dar las gracias a este grupo de migas y especialmente a Ana, que ha hecho todo tan bonito
Me siento triste porque ha llegado el final, pero también me alegro por las personas que formaran el próximo grupo, ya que ellas verán igual que yo ahora, algo de luz en sus vidas.
MARI LOLA. Jaén