Experiencias en primera persona

Carta a mis compañeras de GRUSE (25/05/2013)

 
Imagen de Administrador v3 Plataforma GRUSE
Carta a mis compañeras de GRUSE (25/05/2013)
de Administrador v3 Plataforma GRUSE - miércoles, 9 de septiembre de 2015, 15:05
 

CARTA A MIS COMPAÑERAS DE GRUSE DEL CENTRO DE SALUD XXX

Tengo 31 años y dos hijas maravillosas. He tenido una vida complicada, pero aún estoy aquí y más viva que nunca. Es curioso, que ahora que se acerca el final de este viaje (GRUSE) junto a vosotras, me he derrumbado y llevo dos días llorando sin parar.

He sido una mujer maltratada, me hicieron sentir que no servía para nada. Hace tiempo sólo quería morir, no pensaba que tenía motivos para vivir.

Hace un año, al borde de la locura, casi desquiciada ya, decidí salir de la oscuridad y me fui sola con mis hijas y aunque vivo en un piso de alquiler, en un piso que no es el soñado, con muebles de la época de Roma, e incluso una tele a la que tienes que dar un golpe para que "hable", ahora soy feliz. Llego a casa y nadie me grita, ni me insulta, ni me falta el respeto. Como tranquila, ceno tranquila y no me siento criada de nadie. Lo he pasado mal. Ha habido días que sólo tenía huevos en la nevera, e incluso he estado días con la luz cortada, alumbrándonos por la noche con linternas en pleno invierno, pero feliz y no me he rendido nunca porque quería salir adelante.

No os lo cuento para dar pena, os lo explico, no porque lo mío sea lo peor del mundo, os lo digo porque me parece que lo material no importa, a mi no me importa, si me importa mi paz, mi tranquilidad, mi bienestar, me importo yo y mis hijas y hemos ganado en calidad de vida.
Durante años me he dedicado a mi familia, a mis hijas, a mi casa y a mi trabajo. He sido sumisa (y no hace falta llevar velo para serlo), creedme. Era todo el día "rabiando", sin tiempo, limpiando, cocinando, ropas, niñas, marido, trabajo y no recibía nada a cambio, solo insultos, humillaciones, platos rotos, etc.

Dejé de existir, de pensar por mí misma, de no decidir, de no tener tiempo ni para comer, le servía en todo, le ponía café, le echaba la merienda, le llevaba el cenicero, y por qué no decirlo, le cortaba hasta las uñas de los pies.

Me harté de ser la princesa perfecta y decidí volverme bruja, y me comí el sapo. Ja,ja,ja,ja. Quiero que sepáis, que junto a XXX, al que tengo que agradecerle tanto, habéis hecho lo más importante que nadie había hecho hasta ahora por mí, me habéis dado la vida de nuevo. Ahora tengo energía, los dolores de espalda, cabeza y estómago han desaparecido, los vómitos también. Ahora voy con la cabeza bien alta, me siento guapa, me siento capaz de conseguir hasta lo imposible, no tengo miedo, ya no dudo en mis decisiones porque ya se decidir por mí, puedo ir sola a la calle y hasta he aprendido a usar tacones sin caerme. Estoy feliz, no por lo que tengo, sino por lo que soy. Ahora soy libre de pensamiento y nadie me cohíbe, ni me aprieta el corazón.

Queridas compañeras mías, quiero que sepáis que sois un ejemplo para aquellas mujeres que quieran cambiar sus vidas y no se atreven, que sois especiales, valientes y luchadoras. Nosotras hemos dado el paso para cambiar nuestras vidas, hemos querido luchar por eso y seguiremos luchando por conseguir esa paz interior que tanto deseamos. No dejéis que nada ni nadie os haga sentiros pequeñas, porque sois grandes, que nadie os grite, que nadie os humille, tenéis lo más importante, "sois las dueñas de vuestra vida" y de la vida que queráis tener. Yo siempre he creído que estar al lado de alguien era lo más importante en la vida, y no es así. Se puede ser feliz sola, claro que sí. Amo a mi familia, a mis hijas y todavía tengo mucho amor que dar, aun sueño con encontrar mi otra mitad. A pesar de todo, amigas mías, me he sentido junto a vosotras una mujer plena y feliz. Me habéis enseñado algo, sois preciosas, valientes, maravillosas y mi conexión con vosotras ha sido y es mágica. Gracias a todas, gracias por acompañarme en este viaje maravilloso, corto pero intenso. Me ha encantado conoceros y nunca os voy a olvidar porque seguiré aquí, contad conmigo siempre que queráis y no os rindáis nunca.

XXX, a ti, gracias por ser como eres, por enseñarme a vivir de nuevo, por enseñarme a controlar mis nervios, mis emociones, por demostrarme que hay vidas diferentes, y que también son vidas, por enseñarme a expresar mis sentimientos, por devolverme las ganas de vivir, de sonreír , de ilusionarme, de sentirme tan bien. Eres un orgullo para esta sociedad, para tu gente, para tus compañeros y para nosotras. Eres un ser maravilloso y te agradezco todo lo que haces por los demás y por mí. Gracias de todo corazón, gracias XXX, gracias a mis niñas y que SI SE PUEDE SALIR, no lo dudéis nunca. Gracias a todos, os quiero.

25-05-2013